Las enfermedades psicosomáticas no son un término desconocido para nadie, porque desde la antiguedad se conoce la estrecha vinculación entre la mente y el cuerpo. Hoy se define que una enfermedad psicosomática es una dolencia física real producida que se debe en forma total o permanente a los conflictos emocionales del paciente. Es cierto, aunque para algunos no lo sea, que aún los médicos aceptaron tiempo ya, que las emociones pueden alterar las funciones de los órganos ¿por qué? es la pregunta más importante y sin respuesta definitiva, pero sí es conocido que ocurre.
No hay que confundir algunas experiencias que parecen pero no son lo mismo, los que padecen enfermedades psicosomáticas no son lo mismo que quienes padecen de enfermedades relacionadas con la hipocondría, eso es totalmente diferente. Los enfermos con enfermedades psicosomáticas sufren alteraciones físicas que devienen de estados emocionales que deben ser tratados, para aliviar la dolencia física que se manifiesta en mil maneras, úlceras del aparato digestivo, los dolores de cabeza y las palpitaciones, tal como nos decían las abuelas el pesar, el estrés (hoy en día) y cualquier pena puede herirnos claro que sí y sus secuelas hacerse una enfermedad física.
Estas se hacen presentes cuando nos sentimos deprimidos, y a veces nos engañamos pensando que no lo estamos pero no nos explicamos porque de repente nos sentimos faltos de energía. Las preocupaciones y las exigencias de la vida diaria provocan dolores de cabeza, dolores de espalda y cuello, estados de ansiedad extrema, alteraciones de la presión y toda una variedad de síntomas físicos que debes tener en cuenta. No vale la pena buscar en algunos casos claro está, más allá hay que ir al origen de la enfermedad. Por ello es importante el examen médico exhaustivo y la sinceridad con el médico que puede detectar si se trata de una enfermedad psicosomática.
Este es un post informativo el médico es el único indicado para diagnosticar y tratar enfermedades.
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