A veces resulta realmente difícil dormir. Puede ser resultado de preocupación o ansiedad que no permiten tranquilizarse y relajarse para dormir, cuando esto sucede suele ser una forma de expresión de la preocupación y si se vuelve crónico se debe visitar al médico. Pero cuando ocurre ocasionalmente no hay que desesperar con sólo algunos consejos para dormir bien, se puede aligerar el problema.
Oscurecer la habitación sacando de ella todo lo que sea luminoso. Si hace calor, cambiar de ropa por una más ligera y retirar los edredones utilizando uno más ligero. Relajarte tranquilamente acostándote en la cama y pensando en algo agradable, para algunos funciona con un poco de música suave instrumental que los induce al sueño. Y ya saben el consejo de las abuelitas, beber leche caliente y a dormir.
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