Durante mucho tiempo ha existido el mito de que dormir a mediodía o por la tarde, puede reducir nuestro sueño por la noche. Se ha comprobado que no existe tal conexión si duermes antes de las 3 de la tarde un par de horas, tu sueño nocturno no se ve alterado y tu cuerpo agradece esa parada a descansar y tu cerebro se verá más listo para retomar su función con más vitalidad luego de una cómoda y reparadora siesta.
Es importante que no te excedas, que lo hagas una rutina si ves que te favorece, que utilices la comodidad de tu cama y que nunca te sientas culpable por disfrutar de un rito que los antiguos practicaban mucho y que puede traerte la única consecuencia de retomar la jornada con más ánimo y descansada.
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