Algunos bebés reaccionan bien a viajar en avión y aún así en algún momento inexplicablemente para sus madres, tienden a llorar con gran pesar. Esto sucede porque al igual que los adultos sienten un malestar y en ellos se convierte en ocasiones en un temporal dolor de oidos cuando cambia la presión del aparato al descender el vuelo. Esta sensación la sienten los adultos antes que los bebés y niños y para ello hay un sencillo truco que evitará que lloren o sientan esa molesta sensación.
Cuando escuche que el avión está haciendo ya maniobras para aterrizar, dele al bebé un biberón que llevará listo para este momento o un "chupón" de los que llevan tantos niños hoy, en ese momento que succiona no sentirá la presión que se siente en el avión.
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